lunes, 27 de julio de 2015

SE NOS FUE RAFAEL GARCÍA SALGADO

Cuesta trabajo pensar en él en pasado porque sólo hace dos días desde que decidió coger... "su camino hacia las marismas del cielo". 

Con Rafael, con el Tito Rafael como tanta gente le llamaba, se nos ha ido un HERMANO de nuestra Hermandad. Un HERMANO comprometido, participativo, cariñoso, cascarrabias, caritativo... ¡No terminaríamos nunca de sacarle calificativos que definirían su persona! Por ello, la que más le califica, para mi, es la de Hermano porque siempre, a pesar de su carácter, tenía una palabra cariñosa y de agrado para todo aquel que se acercaba por la Hermandad del Rocío tanto en la Aldea como en nuestro pueblo y porque, si algo ha caracterizado su vida, es luchar por su Hermandad, trabajar sin descanso por ella durante muchísimos años en primera línea y después más en segunda línea, pero siempre participando en todo lo que acontecía en ella.

Hace unos años, cuando se le hizo el, sin duda, merecido homenaje en Navidad, me decía que "él no hacía las cosas para que se lo agradecieran" y yo, sin embargo, le contestaba que gracias a él y a hombres y mujeres como él, la Hermandad de Isla Cristina nació y se hizo grande y, sobre todo, porque él supo, junto a Angustias, su mujer, hacer que germinara la semilla que plantaron en sus dos hijos, Rafael y Ana para que lleven en sus vidas el amor incondicional a la Virgen del Rocío y al Pastorcito Divino.

¡Le echaremos de menos, pero nos queda su sabiduría para guiarnos y, como cristianos que nos sentimos y somos, estamos convencidos de que en los brazos de María Santísima del Rocío, como bien nos dijo nuestro Director Espiritual, va, sin duda alguna, Rafael para ser presentado a Dios! Ésta es nuestra Fe y así la manifestamos: sentimos dolor por no poderlo ver más físicamente, pero viviremos con la esperanza de que "algún día" nos encontraremos en las marismas del cielo.

Descanse en paz.