El pasado viernes 27 de Octubre, como ya estaba anunciado, la Casa Hermandad del Rocío de Isla Cristina, una vez más, abrió sus puertas para celebrar el canto de la Salve en un horario nuevo, las once de la noche. Así, fueron muchos los hermanos y hermanas que se reunieron a las puertas y en la propia Plaza de San Francisco, para escuchar a ese grupo de veintidós amigos que desde hace varios años, a principios del mediados del mes de septiembre, hacen camino desde Isla Cristina al Rocío para visitar a la Señora. A esos amigos que se hacen llamar Los Locos del Camino porque, como dicen ellos, es su bendita locura convivir esos días hasta postrarse a los pies de la Blanca Paloma y darle gracias por todo lo que reciben.
Ellos dicen que no saben cantar, pero lo que sale del corazón no es otra que una oración cantada a la Madre de todos los rocieros y es por ello que cuando comenzaron a entonar la Salve de la Hermandad de Isla Cristina, cuyo autor es José Antonio Monclova, la emoción se veía reflejada en cada uno de ellos, contagiando por ello a todos los que tuvieron el privilegio de embarcarse en esa magia que comenzaron a regalar y que acabó con unos vivas a la Patrona de Almonte.
Y luego vinieron las sevillanas con las que intentaron manifestar la unión entre los hermanos y amigos porque.... "si no están los amigos es como si le faltara la primavera al camino". Así acabaron, todos los amigos dándose un fuerte abrazo mientras el resto rompía sus manos en aplausos para agradecerles ese ratito de Rocío tan hermoso que nos habían hecho sentir y compartir.
