Un año más la Blanca Paloma paseó por las arenas a hombros de sus hijos los almonteños. A las 2.52 horas del lunes se produjo el tradicional salto ante la mirada de miles de romeros que se encontraban en el interior de la ermita y sus alrededores. No fue hasta las 9.30 de la mañana cuando la Virgen del Rocío se encontraba con el Simpecado de la Hermandad de Isla Cristina.
Cientos de isleños rezaron, jalearon y cantaron a la Reina de las Marismas, resultaba casi imposible seguir los rezos exaltados de los párrocos isleños Carlos Javier y José Manuel Barral. La Virgen se alejó y luego regresó al Simpecado, fué una mañana de sentimientos, de emociones y de devoción. Tras el encuentro, el Simpecado de Isla Cristina acompañado del de la Hermandad hermanada de Villarasa, iniciaron la marcha nuevamente hasta la casa hermandad isleña. Después, en una mañana apacible y nublosa, los romeros apuraron ya las últimas horas antes de realizar el camino de vuelta el martes 2 para hacer la entrada en la tarde noche del jueves 4 de Junio.
Begoña Flores
periodicolahiguerita.com
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