De nuevo la Casa Hermandad del
Rocío de Isla Cristina abrió sus puertas, un viernes más, para recibir a todos
los hermanos y hermanas que quisieran estar un rato cerca de nuestro Bendito y
Venerado Simpecado y esperar con anhelo a que a las doce de la noche se le
cantara la Salve. Y
esa espera se convirtió en una gran gratificación cuando comenzó a sonar la
guitarra de manos de José Monclova acompañando a Laura Reina, que entonó su
versión de la Salve
de la Hermandad
de Huelva, obra de Paco Millán, en medio de un silencio impresionante para
escucharla porque, sin duda, cuando Laura es la encargada de cantar a nuestro
Simpecado, sin duda, es como si los ángeles bajaran del cielo.
Y no sólo fue la Salve sino también la
cantidad de sevillanas, verdaderas oraciones dedicadas a Nuestra Madre, que nos
hicieron recordar, sin duda alguna, los momentos que como Hermandad vivimos a
lo largo del Camino que recorremos hasta la Aldea de El Rocío cada primavera.
El Presidente de la Hermandad , Pedro Jesús Álvarez, entrega a Laura
Reina un cuadro con la medalla de la Hermandad
José Monclova y Laura Reina con el Presidente de la Hermandad ante la Carreta que porta el
Simpecado.